El día que me descubrí

Si echo la vista atrás, creo que los últimos diez años de mi vida, han sido los más esclarecedores de los cuarenta y uno que llevo vividos.
Han sido una montaña rusa de emociones, situaciones difíciles, momentos muy duros, en los cuales me he perdido y maltratado sin consciencia, ni límites.
Siempre me he considerado una persona alegre y optimista,  dispuesta a ayudar, empatica y muy sensible, demasiado incluso. Todas estas cualidades son maravillosas cuando sabes quién eres, pero cuando vives de puntillas y esperas más de los demás que de ti misma, son realmente perjudiciales y nocivos.
He tomado muchas decisiones erróneas, herí a personas sin saberlo y sobre todo no me respeté a mi misma. Hoy no me castigo ni me juzgo por ello, pero durante mucho tiempo sí lo hice. Es el proceso de vivir, el aprendizaje continuo al que nos exponemos desde el mismo momento de nacer, cuando comenzamos a interactuar con el mundo antes que con nosotros mismos, cuando nos enseñan a mirar lo que sucede fuera y no en nuestro interior.

He tenido a lo largo de estos diez años, muchas "noches oscuras del alma", así las identifico yo, por transtornarte hasta lo más profundo del alma, creando millones de pensamientos maldiltos que castigaban mi mente y mi corazón.  Noches en las que piensas que todo es una mierda, en las que te cuestionas el sentido mismo de la vida, noches que no acaban cuando amanece, porque cuando el sol sale, simplemente estaba destruida, acabada.
Así he vivido muchos años, guardando mis miedos y sombras para que nadie los viese, me asustaba que los demás dejarán de quererme, pero no me importaba cuánto daño me hacía yo misma por querer ser lo que debía y no lo que sentía, si es que podía sentir algo, porque  ahora que lo veo con la distancia del tiempo y una mente más clara y amplia, creo que era incapaz de nada.

La vida me regaló,  y digo "regaló " por todo lo que a posteriori a supuesto para mí,  momentos que en mi visión del mundo, constituían unas de las experiencias más dolorosas que podía vivir: fracaso sentimental, estando embarazada mi perro, al que adoraba falleció repentinamente,  un parto traumático,  la enfermedad y posterior muerte (física,  no energética) de mi madre, problemas con mis amigos más cercanos (soledad), trabajar sin descanso para evadirme de la realidad, estrés, enfermedad, dos operaciones en un año...me sentía realmente sola, y lo peor es que estaba acompañada, pero nadie podía hacer nada por mí,  solo yo podía cambiar mi propia visión, solo yo, era responsable de lo que sentía.
Ahora lo veo así, yo era la única responsable de mis sentimientos y pensamientos, así como de mis actos. A mi alrededor había agentes externos que me descolocanban y me ponían a prueba, y es que en la vida no podemos evitar sentir dolor, pero si el sufrimiento, cómo yo canalice mis experiencias dolorosas es únicamente responsabilidad mía.

Durante estos años también he experimentado momentos maravillosos que me han aportado esa chispa para seguir viviendo; el nacimiento de mi hija, el amor al lado de mi pareja, amig@s increíbles y especiales, mis hermanos, mi perro, mi trabajo más pausado, y sobre todo y lo más importante, conseguí conocerme a mi misma, encontrarme y amarme.
No ha sido fácil, al contrario, ha sido y en ocasiones sigue siendo, un camino abrupto y complicado, con muchos baches, tropiezos, caídas y heridas, pero todas ellas forman lo que soy hoy, una mujer renovada, liberada y agradecida.

Doy las gracias por todas las experiencias vividas, porque cada una de ellas me ha llevado al momento presente en el que me encuentro, porque cuando te das cuenta de que todo lo que tienes es lo que necesitas para seguir creciendo, viviendo y evolucionando, sabes que es perfecto para ti y tu propia experiencia de vida.

En esta nueva perspectiva doy sin esperar, amo sin juzgar, sin pedir nada a cambio, valoro mi tiempo y mi descanso, me equivoco sin castigarme, me comprendo y aprendo de mis errores, ya no necesito la aprobación externa, si quiero algo, simplemente lo digo, no juzgo, no entro en vidas ajenas, ya no me perturba el ruido externo, he aprendido a vivir con él.
Y como la vida es una maravillosa experiencia de crecimiento personal sigo desaprendiendo para volver a aprender, sigo en continua evolución y expansión, porque la vida es simplemente  maravillosa cuando comienzas a verla como es y como tú necesitas.

Esto sólo es mi propia experiencia de vida, puede que te hayas sentido identificado o no, no importa, solo cuestiona tu propia vida y déjate llevar por lo que sientes en tu interior. Todo está y siempre ha estado en ti.

Simplemente...GRACIAS🙏💗

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