¿Cuántas veces no hemos sabido de nosotros mismos? ¿ Cuántas veces hemos actuado movidos por las vidas ajenas o las pautas marcadas por la sociedad en la que vivimos? En mi propia existencia, creo que demasiadas.
Desde que venimos al mundo se nos adoctrina, y no digo educar, sino adoctrinar, para que crezcamos siguiendo la estela de unas directrices guiadas que facilite en su mayor medida la vida dentro del sistema en el que nos encontramos.
No se nos enseña a pensar, suponer, cuestionar y tener nuestras propias ideas y visión del mundo. Supongo que es mucho más fácil manejar a personas dirigidas por un mismo paradigma que a seres libres, con sus propias creencias y visiones del mundo.
A todos aquellos que nos cuestionamos el entorno que nos rodea, que nos salimos de lo "establecido", que buscamos nuestro propio camino de crecimiento personal, se nos tacha de raros, inadaptados e incluso locos.
No es de extrañar, lo diferente siempre asusta e incomoda, pero la verdadera realidad es que no somos iguales, ni tampoco tenemos porque serlo.
Cada ser es único e irrepetible, maravilloso en su ser más profundo, lleno de facultades ocultas y dones, que se disiparon en una educación estándar desde nuestros primeros años de consciencia.
Con la madurez de los años, es tu responsabilidad crecer en un nuevo paradigma que traiga a tu vida paz y sosiego, que redescubra aquellos dones olvidados, que te enseñe quién verdaderamente eres, que te enseñe a amarte como realmente mereces.
Hay que dejar de mirar afuera, de querer aquello que no tienes, y de intentar saber cómo son los demás o qué es lo mejor para sus vidas.
Es hora de hacernos mayores. Ser responsables de nuestras propias vidas, y actuar en consecuencia. Difícilmente podremos ser nosotros mismos si no nos desprendemos de todos esos prejuicios creados por una sociedad, en la que la diversidad y pluralidad de ser en libertad, no tiene cabida o están menospreciados.
Si las quejas inundan tus conversaciones, si no hay nada que te llene realmente, si estás cansado de esperar a que pase algo o simplemente no encuentras sentido a nada...Haz caso a esa vocecita que te susurra al oído, que te acompaña en tus noches en vela, que te dice que algo no va bien.
Escuchala, porque esa voz que te habla desde el corazón eres tú mismo, clamando salir y ser libre, pidiendote que despiertes de una vez y comiences a ser tú mismo y no el que te dijeron que deberías ser.
No podemos cambiar el momento que nos ha tocado vivir, sea el que sea, tampoco podemos cambiar las mentes de los seres con los que convivimos, pero sí podemos ser nosotros mismos el cambio que creemos y necesitamos.
Una parte por un todo, gotas que forman océanos, gotas que derriban muros. Tú puedes ser todo eso.
Si tú cambias, evolucionas y creces, lo que te rodea empezará a variar en forma y energía. Antes que nada en tu vida SÉ TU MISMO, SÉ TU MEJOR VERSIÓN, SÉ AUTÉNTICO.
VIVE💗💗
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