En la realidad que vivimos, todo es relativo, todo está sujeto a leyes prácticamente imperceptibles, que se hacen visibles cuando comienzas a vibrar con tu entorno, con lo que te ocurre, con lo que sucede sin más.
Todo ha existido siempre, ha estado aquí desde el comienzo de la vida. Si echas un vistazo a las filosofías antiguas, a las religiones, a la ciencia, a las matemáticas...encontrarás multitud de semejanzas, de puntos de vista comunes y de ideas parecidas, que tan solo han sido adaptadas por el hombre para hacer frente a sus inquietudes o al momento histórico en el que la humanidad se encontraba y necesitaba respuestas que le dieran la fe y la fuerza necesaria para seguir viviendo.
El ser humano es la criatura más perfecta y completa que existe sobre la faz de la tierra, pero en esta misma perfección encontramos la manera de autoinfligirnos dolor, y no lo hacemos de manera consciente, sino que actuamos con el piloto automático enchufado, incapaces de ver más allá de los que podemos percibir a través de nuestros sentidos.
Nacemos ya condicionados por nuestro entorno, por nuestra familia, por nuestra visión, que ya traemos de fábrica, y por una multitud de cosas más que escapan a nuestro entendimiento racional, el mismo que nos perturba y aniquila con millones y millones de pensamientos diarios. Esta gran mente racional, que pretende entender el mundo con una única visión, no quiere mirar más allá y ver que exite un universo de posibilidades infinitas a nuestro alcance. No vemos el aire, sin embargo, lo respiramos y nos permite vivir, no vemos el amor pero podemos sentirlo hasta lo más profundo de nuestro corazón...
Desde pequeños nos enseñaron que esto era abstracto y lo otro no, que aquello que vemos y tocamos es real y que lo demás es un mundo imaginario que solo existe en nuestra mente...y es justo ahí donde, a mi parecer, empezó nuestra desconexión con nuestro ser, con lo que realmente somos, seres únicos, maravillosos e increíbles.
Y te estarás preguntando...cómo puedo ir más allá de mis sentidos? cómo puedo ser feliz, si mi vida es un caos, si existe tanta maldad, si existe tanta injusticia, si hay tanto bullicio ahí fuera?.
Pues tengo que decirte que nadie tiene la fórmula secreta para ello, solo tú, y permíteme además cambiar la palabra felicidad, que me resulta tan genérica y abstracta, por plenitud, que tiene en su manera intrínseca el sentirse lleno, pleno, abundante...
Conseguir vivir una vida plena, siento decirte que no es una tarea fácil, requiere fuerza de voluntad y muchísima dedicación. Nadie posee esa fórmula mágica que en el momento transforma tu vida y la llena de color, siento decirte, que en realidad tan solo tu puedes hacer que eso ocurra.Quizás, cuando decidas emprender ese viaje, verás cositas dentro de ti que ni siquiera sabías que existían, percibirás tu lado más oscuro y sobre todo empezarás a sentir la responsabilidad de tu vida en tus manos. No suena muy bien, verdad?
Pero debo decirte, que una vez te hayas sumergido en las profundidades de tu ser, una vez hayas puesto el foco en ti, comenzarás a vivir tu experiencia de vida al son de tu propia melodía, todo empezará a tener un sentido que antes no podías ver, que antes no podías percibir. La música de tu vida, la eliges tú mismo, al ritmo que quieras, al ritmo que necesites...tan solo baila con ella, siéntela en lo más profundo de tu ser, conecta con ella y el camino de baldosas amarillas irá apareciendo de manera mágica y maravillosa bajo tus pies.
Desde mi experincia, debo decirte, que he recorrido un largo y arduo camino para llegar hasta donde hoy me encuetro, que me he tropezado, me he caído y me he maltratado en innumerables ocasiones. Desde este momento presente, solo puedo dar gracias por todo lo que he vivido, porque todo, absolutamente todo, me ha llevado a bailar al son de la melodía de mi propio ser y me construye y me completa.
Y me queda mucho por aprender, muchísimo por experimentar y sentir, pero hoy tengo las herramientas que necesito para vivir desde el amor, desde la abundancia y desde la consciencia. Tengo las herramientas para conectar conmigo misma y saber dónde estoy y dónde quiero ir.
Te diré que todo es posible si así lo crees, si puedes sentirlo en el rincón más escondido de tu alma, si vibras, actúas y bailas con la melodía de tu ser.
A ti, que estás leyendo estas líneas, feliz vida, feliz existencia, feliz despertar.
Fluye con la vida...
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